El papel del tiempo, el crédito y el poder en la economía
Reflexiones desde el pasado hacia el presente
A lo largo de la historia, pensadores como John Locke, David Hume, Schumpeter, y más recientemente, William White y Russell Napier, nos han dejado advertencias sobre los riesgos del sistema financiero. Estas ideas no son solo relevantes para el pasado, sino que reflejan problemas actuales, como la manipulación de los mercados financieros y las crisis de deuda. Junto con la advertencia de Friedrich Hayek en su discurso Nobel “The Pretence of Knowledge”, es crucial entender cómo el sistema financiero global sigue siendo frágil y dependiente de decisiones humanas que, en ocasiones, subestiman la complejidad de la economía.
El riesgo de controlar lo incontrolable: Hayek y los límites del conocimiento
En su discurso Nobel, Hayek advertía sobre los peligros de intentar controlar sistemas sociales complejos, como la economía. Su lección de humildad, que debería enseñarnos los límites de nuestro conocimiento, advierte contra el intento de los hombres por controlar la sociedad, lo que puede convertirlos en tiranos y destructores de una civilización que ha crecido de los esfuerzos libres de millones de individuos. “El reconocimiento de los insuperables límites de su conocimiento debería… enseñarle al estudiante de la sociedad una lección de humildad que debería protegerlo de convertirse en cómplice del fatal esfuerzo de los hombres por controlar la sociedad.” Esta advertencia es tan relevante hoy como en 1974, ya que los intentos de los bancos centrales y los gobiernos por intervenir en la economía pueden generar consecuencias no deseadas.
Las finanzas globales: siempre una burbuja a la vista
Un ejemplo contemporáneo de la advertencia de Hayek es la burbuja financiera recurrente en China. Peter Tasker señala que la política monetaria de China, como en Japón en los años 80, ha mantenido las tasas de interés artificialmente bajas para impulsar las exportaciones y restringir el yuan. Esto, combinado con la liberalización de los mercados de valores, ha permitido que millones de inversores chinos inexpertos tengan acceso a mercados especulativos, creando condiciones propicias para una burbuja. “Es difícil imaginar un conjunto de circunstancias más propenso a una burbuja.” En la economía global actual, esta dinámica se repite una y otra vez, y nos recuerda que las burbujas son una constante cuando el crédito es excesivo y no se gestiona adecuadamente.
La importancia del tiempo en la economía
Benjamin Franklin expresaba una verdad atemporal: “El tiempo es la materia de la que está hecha la vida.” En el contexto económico, el tiempo es un factor esencial que se refleja en las tasas de interés, el poder adquisitivo y las decisiones financieras. El sistema financiero, como observa Russell Napier, se politiza cuando el crédito es racionado no por su precio, sino por decisiones políticas. Este control puede distorsionar la economía de manera que afecta negativamente a la asignación eficiente del tiempo y de los recursos.
La interconexión entre finanzas y economía
El Banco de Pagos Internacionales (BIS), representado por William White, advierte que los bancos centrales siguen cometiendo el error de no tratar la economía como un “sistema adaptativo complejo”. Este error epistemológico subyace en muchas de las crisis financieras actuales. Desde la pandemia, los mercados financieros se han enfrentado a una serie de disrupciones que han sido exacerbadas por políticas intervencionistas, lo que ha creado un entorno económico altamente volátil y difícil de predecir.
El sistema financiero, la intervención estatal y la economía global son dinámicas profundamente interrelacionadas que afectan nuestras vidas de maneras insospechadas. Las advertencias de Hayek sobre los límites del conocimiento, junto con las observaciones de economistas sobre la formación de burbujas y la manipulación del crédito, nos enseñan que la economía no puede ser controlada de manera absoluta. Es un sistema vivo que depende del tiempo, de las decisiones individuales y de la capacidad para reconocer sus complejidades. Hoy más que nunca, debemos ser conscientes de que las finanzas globales, como la vida misma, están hechas de tiempo y de decisiones que marcan el destino de naciones y generaciones enteras.
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